Retrato oficial de Luis XIV

Retrato de cuerpo entero de Luis XIV a la edad de 63 años

Contexto histórico

Leemos en las Memorias del marqués de Dangeau "jueves, 10 de marzo de 1701, en Versalles: la gota del Rey continúa; se hace pintar después de cenar por Rigaud para enviarle su retrato al rey de España, a quien lo prometió". En efecto, en su testamento, fechado del 2 de octubre de 1700, Carlos II se le oponía a la división de sus Estados y se los otorgaba a Felipe de Francia, el duque de Anjeo, segundo nieto de Luis XIV, a condición de que éste renuncie a sus derechos sobre la corona de Francia. Este cuadro era así, al principio, destinado a reunir Felipe V, hecho rey de España....  El cuadro fue presentado en Versalles en enero de 1702, en el Gran Apartamento, a la admiración devota de los cortesanos.

Análisis de la imagen

Este gran retrato de pompa (277 cm. sobre 194 cm.) sería de hecho un montaje, realizado en varias manos, en el taller de Rigaud: la cabeza del rey, esbozada por Prior, uno de los alumnos del dueño, habría sido pintado sobre una tela independiente, luego fijado sobre la gran tela. Todo opone, en efecto, la parte inferior del cuerpo - piernas de joven hombre, enfundadas por seda, cebando un paso de baile - y el lado superior: la cara realista de un hombre entonces de edad de 63 años.
Viejo hombre con un cuerpo de joven hombre, Luis XIV es rodeado de insignias de la realeza: el collar del orden del Santo Espíritu, el cetro - tenido al revés, como un bastón - la corona cerrada, la mano de justicia, y aparece en eso como fuera del tiempo, en un tipo de eternidad.
El cuadro de Rigaud construye así un retrato ilustrando la "doble soberanía del Rey" (estudiado por Ernst Kantorowicz, en su libro "The De King Two Bodies: en Study in Mediaeval Political Theology"): el rey simbólico, que jamás muere (el tamaño y los atributos de la monarquía) y el rey físico, el " cuerpo simple " mortal de rey hombre, la persona de Luis XIV.

Interpretación

Este emblema de la monarquía absoluta de derecho divino fue realizado el mismo año cuando Versalles alcanzaba su perfección ceremonial y simbólica, cuando el rey instaló su cuarto en el mismo centro del palacio de Versalles, muy cerca de la sala del Consejo donde reúne a los ministros y los secretarios de Estado, visualizando así "dos cuerpos del rey". Luis XIV adoraba este cuadro hasta tal punto que ordenó multiplicar las copias. San-Simón no vaciló en llamar a Rigaud " el primer pintor de Europa, para la semejanza de los hombres y para la pintura fuerte y sostenible ". 
A partir de 1702, numerosos artistas, pintores o grabadores, intentarán reproducir la misma figura y su postura, sin cambiar en eso casi nada. Y el taller de Rigaud realizó, hasta 1715, a un número muy grande de "Luis XIV", de dimensiones variadas, en armadura o en abrigo de coronación, en pie o en busto, que inmediatamente fueron difundidos en Francia y en los cursos de Europa. Este cuadro se hizo el arquetipo de los retratos oficiales más allá hasta roturas históricas: desde la Tercera República, los presidentes son representados en una postura próxima de la de Hyacinthe Rigaud.

Texto adaptado de: Joël Cornette

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