30 oct 2012

Crónica de una revolución anunciada

Reunión en el Cabildo de Buenos Aires (creartehistoria)
El 14 de mayo de 1810 llegó a Buenos Aires la fragata inglesa Mistletoe trayendo periódicos que confirmaban los rumores que circulaban en la ciudad: cayó en manos de los franceses de Napoleón la Junta  Central de Sevilla, último bastión del poder español. Viernes 18 El virrey Cisneros hizo pública una proclama en la que advertía que “en el desgraciado caso de una total pérdida de la península, y falta del Supremo Gobierno”, él asumiría el poder acompañado por otras autoridades de todo el virreinato y se pondría de acuerdo con los otros virreyes de América para crear una Regencia Americana en representación de Fernando. Pero su situación era muy complicada. La Junta que lo había nombrado virrey había desaparecido y la legitimidad de su mandato quedaba cuestionada. Esto aceleró las condiciones favorables para la acción de los patriotas que se venían reuniendo desde hacía tiempo en forma secreta en la jabonería de Vieytes. La misma noche del 18, los jóvenes revolucionarios se reunieron en la casa de Rodríguez Peña y decidieron exigirle al virrey la convocatoria a un Cabildo Abierto para tratar la situación en que quedaría el virreinato después de los hechos de España. El grupo encargó a Juan José Castelli y Martín Rodríguez que se entrevistaran con Cisneros. Sábado 19 Las reuniones continuaron hasta la madrugada. Cornelio Saavedra y Manuel Belgrano le pidieron al alcalde Lezica la convocatoria a un Cabildo Abierto. Juan José Castelli hizo lo propio ante el síndico Leiva. Domingo 20 El virrey Cisneros reunió a los jefes militares y les pidió su apoyo ante una posible rebelión, pero todos se rehusaron. Por la noche, Castelli y Martín Rodríguez insistieron ante el virrey con el pedido de cabildo abierto. “Ya que el pueblo no me quiere y el ejército me abandona, hagan ustedes lo que quieran”, dijo el virrey, y convocó al Cabildo para el 22 de mayo. 
Lunes 21 A las 9 de la mañana se reunió el Cabildo para tratar los temas de la ciudad. Pero los cabildantes tuvieron que interrumpir sus labores pues la Plaza de la Victoria estaba ocupada por unos seiscientos hombres armados que, encabezados por Domingo French y Antonio Luis Beruti, se agrupaba bajo el nombre de la Legión Infernal y pedía a los gritos que se concretara la convocatoria al Cabildo Abierto. Los cabildantes accedieron y el síndico Leiva anunció formalmente el ansiado Cabildo Abierto para el día siguiente. Martes 22 Ya desde temprano fueron llegando los cabildantes. De los 450 invitados sólo concurrieron 251. En la plaza, French, Beruti y los infernales esperaban las novedades. Casi todos aprobaban la destitución del virrey pero no se ponían de acuerdo en quién debía asumir el poder y cómo. Castelli propuso que fuera el pueblo a través del voto el que eligiese una junta de gobierno; mientras que Saavedra era partidario de que el nuevo gobierno fuera organizado por el Cabildo. El problema era que los miembros del Cabildo, muchos de ellos españoles, seguían apoyando al virrey. Miércoles 23 Por la mañana, el Cabildo emitió un documento: “Hecha la regulación con el más prolijo examen resulta de ella que el Excmo. Señor Virrey debe cesar en el mando y recae éste provisoriamente en el Excmo. Cabildo (...) hasta la erección de una Junta que ha de formar el mismo Excmo. Cabildo, en la manera que estime conveniente”. Jueves 24 El Cabildo designó efectivamente una junta de gobierno presidida por el virrey e integrada por cuatro vocales: los españoles Juan Nepomuceno Solá y José de los Santos Inchaurregui y los criollos Castelli y Saavedra, burlando la voluntad popular. Esto provocó la reacción de las milicias y el pueblo. Castelli y Saavedra renunciaron a integrar esa junta. Por la noche una delegación encabezada por Castelli y Saavedra se presentó en la casa de Cisneros y logró su renuncia. La junta quedó disuelta y se convocó nuevamente al Cabildo para la mañana siguiente. Viernes 25 Grupos de vecinos y milicianos encabezados por French y Beruti se fueron juntando frente al Cabildo a la espera de definiciones. Algunos llevaban en sus pechos cintitas azules y blancas, los colores que los patricios habían usado durante las invasiones inglesas. Pasaban las horas, hacía frío, llovía y continuaban las discusiones. El Cabildo había convocado a los jefes militares y estos le hicieron saber al cuerpo a través de Saavedra que no podían mantener en el poder a la Junta del 24 porque corrían riesgos personales ya que sus tropas no les responderían. Poco después se anunció la formación de una nueva junta de gobierno. El presidente era Cornelio Saavedra; Mariano Moreno y Juan José Paso eran sus secretarios; fueron designados seis vocales: Manuel Belgrano, Juan José Castelli, el militar Miguel de Azcuénaga, el sacerdote Manuel Alberti y los comerciantes Juan Larrea y Domingo Matheu. La Junta declaró que gobernaba en nombre de Fernando VII. Para algunos era sólo una estrategia, a la que llamaron la “máscara de Fernando”: decían que gobernaban en nombre de Fernando pero querían declarar la independencia. Todavía no se sentían con la fuerza suficiente para dar ese paso tan importante.

Por FELIPE PIGNA (Historiador)
Material extraído de: "1810 el bicentenario" Unidad Ejecutora Bicentenario: Oscar Isidro José Parrilli; Jorge Edmundo Coscia; Tristán Bauer. Presidencia de la Nación Argentina.

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